El depósito de vehículos del Ayuntamiento de Palma en Son Toells sin vigilancia desde hace un año

El Ayuntamiento de Palma mantiene sin vigilancia alguna el depósito municipal de Son Toells, clausurado en 2019 por orden del Govern balear ante la contaminación provocada por la acumulación de vehículos, y donde en la actualidad, hay almacenadas aún, más de 400 unidades entre coches y motos, algunas, de gran cilindrada. 

Pese a la oleada de robos que sacudió, antes y después de su cierre, esta instalación donde la grúa municipal transportaba los vehículos retirados de la vía pública, desde hace un año, no existe vigilancia pública, ni privada, alguna que garantice la custodia de lo allí almacenado. 

Pese a que la situación ha sido denunciada por los sindicatos municipales a Inspección de Trabajo, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, presidida por la edil socialista, Joana Maria Adrover, no ha movido ficha, sobre el particular. 

La vigilancia del depósito municipal, donde las sustracciones de toda clase de vehículos y el desguace de los mismos para la retirada de sus piezas, ha sido una constante a lo largo de los años, corresponde, en teoría, a la empresa concesionaria del servicio municipal de la grúa, Setex Aparki. Así lo indica expresamente el pliego de condiciones del concurso público adjudicado en 2018 a esta compañía, por un periodo de 4 años y 12,6 millones de euros. 

En una de las cláusulas del mismo, se deja constancia de la necesidad de que exista un servicio de seguridad permanente en esta instalación municipal que alberga, entre otros, vehículos de alta gama y motocicletas de gran cilindrada. 

Sin embargo, hace un año, Setex procedió a retirar la vigilancia presente, dentro de una política constante de ajustes y recortes presupuestarios emprendida por la compañía, con el fin de equilibrar sus cuentas, afectadas de forma notable, por la clausura de estas instalaciones. 

La presencia de la Policía Local en la vigilancia del depósito municipal ha sido siempre testimonial en Son Toells, con solo dos turnos diarios, como mucho, y no todos los días. 

En la mayor parte de los casos, los agentes se dedicaban a gestiones administrativas relacionadas con abandonos, resolución de quejas, autorizaciones de salida que precisaban de un conocimiento técnico superior al de un operario, o a resolver algún que otro conflicto, con los propietarios de los vehículos almacenados. 

De noche, nunca había presencia policial, y corría ésta a cargo de una empresa privada. Si bien en 2010 se tomaron medidas para evitar los robos constantes de vehículos, y aunque éstos disminuyeron, las sustracciones se han mantenido a lo largo del tiempo, y en estos momentos, el abandono del depósito es absoluto.